Repudio al Derribo del PINO en el Club Social Sancti Spiritu

YO …. EL PINO
Me llamaban simplemente el pino, vine desde el mar a regodear la vista de los demás y a protegerlos del impiadoso sol, funcione también como hogar transitorio de pájaros. Me hice adulto entre ustedes, los vi y me vieron crecer. Arrullé brisas y soporte tempestades, brinde frutos decorativos para estar presente en la mesa navideña de quienes embelesados con mi presencia me prodigaban elogiosas palabras, destacando mi condición de forastero, compartimos muchos años juntos. Escuchaba sin poder contestar a quienes me querían y a quienes no, lamentablemente no pude decidir como tantos otros de mi especie que cayeron bajo la cruel sierra de la intolerancia y de la incomprensión humana.
Para quienes me conocieron y tuvieron un vínculo afectuoso les pido disculpas por no poder estar ya en el paisaje del Club Social, verán sí un ridículo pedazo de lo que fui en vida, si hasta me avergüenzo de mí mismo, no pude contenerme y lo que parecía savia que exudaba por los anillos de mis 25 años de edad eran simplemente lágrimas.
Tal vez otro hubiera sido mi destino, allí en mi tierra natal, desde dónde me trajeron Tito y Alicia, en un acto de amor querían dejar una impronta en el Club de su paso por el mismo. Sabía que se enorgullecían con mi presencia, por eso también comprendo su dolor al saber cómo fui tratado en mis últimos días de vida. Les pido que sepan perdonar a nuestros verdugos a veces los actos son irreflexivos, es parte de la condición humana.
Si por allí suelta hay alguna piña déjenla en algún lugar, para recordar el último fruto que di en vida, será una manera de tenerme presente…
El Pino
Por Roberto Sánchez ‏

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