Se trata de una práctica que iniciada por Rubén Galassi, cuando estaba al frente de la Secretaría de Comunicación Social de la Provincia, y que hoy continúa con mayor firmeza de la mano de Mariano Panichelli. Podemos llenar páginas enumerando hechos desde el 2007 a la fecha pero sólo me detendré en los dos últimos: El 6 de febrero fueron interpelados por la Cámara de Diputados los ministros Galassi y Lewis para que expliquen por qué el gobierno socialista copió las memorias de la PC y del celular del narco asesinado Luis Medina y se envió personal policial a allanar su vivienda en Pilar, violando jurisdicciones sin orden judicial. Era una noticia relevante que dos ministros sean interpelados, pero los grandes medios y el 98% restante no lo anunciaron previamente. Y luego de finalizada la reunión, sólo reflejaron la versión oficial que minimizaba la gravedad institucional incurrida. Si esto mismo hubiese ocurrido durante la gestión justicialista, hubiera sido tapa con títulos catastróficos en todos los diarios y portales.
El otro hecho es la denuncia realizada en los tribunales federales de Buenos Aires y Rosario contra Antonio Bonfatti y Raúl Lamberto, que pasó casi desapercibida en Rosario porque ningún medio se hizo eco. La Fundación La Alameda, que dirige el legislador porteño de UNEN Gustavo Vera –allegado al Papa Francisco– y la Red anti mafias de Rosario, pidieron que se investiguen los audios presentados en el programa de Lanata y Graña, donde se imputaría a los funcionarios de ser cómplices y partes de la red narcotraficante. Sólo fue tapa de Sin Mordaza gráfico y acompañaron un puñado de portales independientes.