La mayoría de los testigos que contempló «el fenómeno» cree que se trata de la imagen de la Virgen de la Natividad del Señor o de la Virgen Niña aunque, en rigor, no es más que una percepción surgida del imaginario colectivo.
Para el sacerdote del pueblo, Iván Beltrán, sólo se trata de «una mancha» que se produjo por razones físicas y que si bien tomó una forma similar al de una virgen «de ninguna manera se puede hablar de un acontecimiento sobrenatural ya que lo sucedido tiene una explicación lógica».